Desde aquí, desde este encierro al que nos tienen
sometidos las circunstancias, quiero hacer visible un sector de nuestra
economía que no es de poca importancia, el de la “Educación Infantil de 0 a 3
años”, la “gran olvidada”, esa que nadie tiene en cuenta y que, sin embargo, es
tan importante en nuestras vidas y en las vidas de todas aquellas personas que
nos rodean.
Una importante parte de nuestra población activa tiene hijos e hijas
pequeños, de entre 6 meses y 3 años, y para poder ir a trabajar no tienen más
remedio que dejarlos con alguien que les inspire confianza, tranquilidad, que
consiga que los padres y madres se puedan ir a trabajar, dejando a sus pequeños,
a veces muy pequeños, con gente en la que confían plenamente. Pues esas
personas somos nosotras, las que asumimos la Educación Infantil de Primer
Ciclo, y no somos ni un guarda niños, ni un parque de bolas, ni una ludoteca
por horas. Somos centros con una función educativa que
ha sido avalada por la Consejería de Educación
del Gobierno de Canarias y contar con la acreditación de dicha
consejería supone para el personal directivo de los centros un gran esfuerzo
que, por suerte, no afrontamos de manera solitaria, pues contamos con el respaldo
de equipos de profesionales (casi siempre, con mucha antigüedad en nuestros centros) que todos los días cuidan, educan y dan
conocimientos a nuestros niños y niñas y se dejan la piel en su bienestar y en
el de sus padres y madres y, por tanto, merecen el reconocimiento tanto
de las personas responsables de los centros, como de las familias y de la administración.
Como decía anteriormente, ser aprobados como Centros de Educación
Infantil por la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias nos ha
supuesto realizar inversiones en nuestros locales, contratar a profesionales
con titulación específica, contar con empresas externas para la contratación de
seguros de accidente y responsabilidad civil,
prevención de riesgos laborales, protección de datos, control de plagas y demás controles
sanitarios que nos exige la legislación. Y después de este esfuerzo y de
cumplir con todas sus exigencias, esta misma administración nos obliga a cerrar
nuestras puertas, a irnos a nuestras casas, sin ni siquiera poder teletrabajar con nuestro alumnado, pues, ciertamente, salvo quizás con los de
2-3 años, a los que podríamos enviar actividades para hacer en casa, no es
posible teletrabajar con nuestro alumnado ¿se puede teletrabajar con un niño de
menos de un año? Sin embargo, esta situación no nos libra de seguir teniendo
que mantener nuestros locales, pagar el agua, la luz, el gas, el salario de
nuestro maravilloso personal y, muchos, casi todos, también el alquiler. Y
debemos hacer frente a todos estos gastos sin tener actividad ni ingresos y sin
que la Administración que tantas exigencias y controles nos ha impuesto parezca
contemplar ninguna ayuda directa que nos permita sobrellevar esta situación.
¿Cuál es la solución entonces? ¿Acudir a la banca para poder mantener un centro
cerrado? Creo que la Consejería de Educación debería pronunciarse y tomar
medidas, sin intermediarios que nos ahogarían aún más. De no ser así, es muy
probable que la mayor parte de nosotros debamos cerrar no solo nuestras
puertas, sino también nuestros negocios, por no poder asumir los gastos que
esta terrible catástrofe nos está generando y que no podemos asumir.
Somos maltratados, no reconocidos, pero
indispensables, desde aquí quiero hacer llegar a familias y administraciones
este mensaje: ¿Qué van a hacer el próximo curso, cuando tengan que ir al
trabajo para levantar este país que hoy se cae a pedazos y no tengan donde
dejar a sus hijos e hijas? ¿Qué va a hacer la administración con todos esos
niños y niñas de entre 0 y 3 años que no van a tener un hueco en sus “Escuelas
infantiles públicas”? ¿Dónde van a escolarizarlos?
Pido pues a todo el que lea mis líneas que, si
lo consideran oportuno, las compartan, que sea del dominio de todos, porque
todos queremos el bienestar de nuestro futuro: los niños, los más pequeños y
vulnerables.
Miriam Santanta Reyes
Centro Infantil Tamboril